Un vuelo en avión puede verse algo “trastocado” si tenemos niños y debemos viajar con ellos, si es posible que muchas veces uno mismo se sienta fastidiosopor tener que pasar un determinado tiempo inmóvil, sentado en una butaca, es más que entendible que para un pequeño esto sea aún más molesto.
A la hora de hacer una reserva siempre se pide que se
especifique si son adultos o niños; en la mayoría de las aerolíneas la
tarifa no es la misma para los menores como tampoco lo es el menú de
comidas que se les ofrece. De modo similar, suele haber una oferta de
entretenimiento especial para ellos, de modo tal que un vuelo no se les
haga tan tedioso.
Con respecto al billete del vuelo, también es habitual que a los
niños mayores de dos años y menores de doce, se les haga descuentos.
Dependiendo tanto del destino, la clase como de la aerolínea, la deducción puede
llegar a ser de hasta la mitad del importe del billete.
Por lo general, por los bebés y niños menores de dos años sólo
se cobra un 10 por ciento del valor del pasaje, ya que no ocupan
asiento. Por este motivo será necesario que permanezcan sentados encima de
un adulto. En caso de que sí se quiera que utilicen un asiento (lo
que se permite en ciertas compañías) el valor del billete que se cobrará
será igual al de un pasaje para los mayores de dos años pero menores
de doce.
En cuanto al viaje en sí mismo, y más allá de lo que la
compañía aérea pueda ofrecer de entretenimiento para los más pequeños, uno
siempre debe llevar en su equipaje de mano y tener al alcance uno de los
juguetes predilectos de el niño, un libro de cuentos o cualquier otro elemento
que uno sepa que le gusta y que lo puede entretener.
Un caso especial es cuando esos niños deben viajar solos, sin la
compañía de un adulto. En estas circunstancias los menores deberán llevar,
sí o sí, y al igual que un adulto, su documentación en regla en todos los
trayectos. Sus padres o tutores deberán presentar la identificación
necesaria (DNI, pasaporte o tarjeta de residencia).
Finalmente, compartamos algunos consejos para aquéllas personas
(seguramente, madres) que deban abordar un avión con bebés: en principio,
será preferibleocupar los asientos delanteros de la aeronave, y en viajes
de largo recorrido, se podrá solicitar con anticipación una cuna o
portabebés a la compañía aérea.
Es también aconsejable colocar la silla del bebé en los asientos
interiores, es decir, los que están más próximos a las ventanillas, mirando
hacia delante y con el cinturón de seguridad puesto. Nunca se deberán
ubicar frente a una salida de emergencia.
De más está decir que siempre se debe tener a mano un biberón con
agua, para evitar que el pequeño pase sed o pero aún se deshidrate, y darle
de beber de forma periódica.
Otro punto es controlar la temperatura corporal del bebé y darle
el chupete o de mamar, para evitar la presurización de sus oídos.
El blog del vuelo
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