1.- Villancicos con premio.
Sienta a
los niños en un círculo y coloca en medio un saco en el que habrás metido
cartulinas recortadas con iconos navideños –abetos, estrellas, copos de nieve–
con el nombre de un villancico escrito en ellas. Al lado, pon varios regalos
pequeños envueltos con varias capas de papel.
Saca una de las cartulinas y lee el nombre del villancico.
El niño que primero lo entone podrá coger un regalo y quitarle una capa de papel. El que quite la última capa, se lo queda. Si quieres complicar el juego, pídeles que inventen una nueva letra con la melodía de la sonata tradicional.
2.- Toda la casa decorada.
Compra en
una tienda multiprecio spray de nieve.
Deja que tu hijo haga un dibujo navideño en una
cartulina y recorte la forma. Es importante que el dibujo sea grande: un muñeco
de nieve, un Papá Noel, un abeto con guirnaldas.
Coloca la plantilla y vaporiza la nieve sobre ella.
Coloca la plantilla y vaporiza la nieve sobre ella.
También puedes
preparar un adorno para colgar en la puerta o los típicos calcetines para que
Santa Claus los llene de regalos.
Sólo necesitarás un poco de fieltro rojo, un trozo de blanco y algunas ramas y hojas que puedes coger en el parque. Recorta la forma de la bota y cose los bordes.
Sólo necesitarás un poco de fieltro rojo, un trozo de blanco y algunas ramas y hojas que puedes coger en el parque. Recorta la forma de la bota y cose los bordes.
3.- Guirnaldas por doquier.
Corta
tiras de cartulinas de unos tres centímetros de ancho de distintos colores y
pide a tu hijo que las decore con dibujitos.
Después, deja que forme círculos con ellas, pegando los extremos con pegamento y entrelazando unas con otras.
Puedes colgarlas de los cuadros de casa, alrededor de los marcos de las puertas, de las paredes, etc.
4.- Una postal en relieve.
Coge una
cartulina y dóblala por la mitad. Deja que tu hijo escriba una bonita
felicitación navideña para sus familiares. Después, decora la portada con una
ilustración navideña. Puedes usar trocos de cartulina o papel charol y componer
un dibujo.
O una ramita de pino puede hacer las veces de abeto, unas bolitas de
algodón como si fueran copos de nieve o nubes y remata echando un poco de
purpurita plateada para darle más brillo a tan bonita estampa.
5.- Un ambientador navideño.
Coge una
naranja y adórnala con un bonito lazo alrededor. Después, coloca varios clavos
en las zonas de piel que han quedado libres.
Cuelgala de una cuerda y disfruta
del inmejorable olor que deja. Aunque la Navidad se acabe, este aroma durará
semanas.
Guía del niño
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