6.6.12

¿Qué nos dice un niño con sus dibujo?



El dibujo para el niño es la forma de expresión más natural junto con el juego. En esta producción aparecen aspectos a nivel consiente e inconsciente. En el gráfico del niño veremos lo que siente, piensa y la vivencia particular que ese niño tiene del mundo y de lo que lo rodea. La producción gráfica la encontramos desde las épocas remotas en el arte rupestre primitivo, lo cual les permitía comunicar su forma de vida.
En la actividad de graficar lo primero que ponemos a funcionar es la actividad motora y visual. Y a través de ello pensamos cómo ese sujeto que está graficando percibe el mundo que lo rodea, su entorno. En este sentido con lo que cada sujeto produce y crea nos está mostrando parte de sí, de su psiquismo y lo que ha integrado.


El niño grafica frente a una hoja vacía, en tanto hay que ver. ¿Cómo se ubica o sitúa frente a esa hoja- mundo?, ¿cómo planifica u organiza el espacio?, ¿cuál es el primer referente del sujeto para moverse en el espacio? El cuerpo viene a constituirse como el primer referente para conocer y sentir. El niño podrá dibujar a través del proceso de asimilación y acomodación de datos. Es así que cobra real importancia los sentidos, pues son justamente estos, el medio para conocer lo que lo rodea y acercarse a ello, y por lo tanto son los que le permiten la relación con ese medio. Por eso cuando el niño grafica hay que ver qué cosas ha tomado del medio y con qué cosas se identifica. En este sentido se vuelve importantísimo la identificación y la capacidad de expresión. El niño tiene que conocer e ir conociéndose para luego identificarse con los otros. Por ejemplo, un niño en el jardín no tiene un real contacto con el otro, no se tiene en cuenta al otro por eso no hay comunicación; pero el pre púber ya se ubica en un medio social, tienen conciencia de ser miembro de la sociedad, por lo tanto considera al otro.


Desde la teoría psicoanalítica se considera que tanto el graficar como el juego pueden ser terapéuticos, pues entienden que toda actividad creativa es terapéutica. Pero en lo terapéutico tiene que haber un otro, en tanto el medio es importante, pero no es lo más importante. Desde la psicología tomamos el punto de vista del desarrollo, por ejemplo lo esperable para determinada edad, pues la adquisición del conocimiento se ve reflejada en los gráficos, si bien  cada etapa va tomando elementos de etapas anteriores pues hay movimiento y transferencia entre etapas. Acá influirán las experiencias del niño y el medio que  rodea al niño. No existen dos producciones iguales, ni siquiera en un mismo niño justamente por la posibilidad de movimiento y transformación.


Es imprescindible a la hora de analizar el dibujo en el niño tomar en cuenta aspectos cognitivos, afectivos y fisiológicos. Como por ejemplo: ¿Se compromete el niño con el dibujar? ¿Cómo lo hace?, ¿produce lo esperable para su edad?, sino lo hace hay que preguntarse el porqué. El desarrollo fisiológico lo vemos a través de por ejemplo, la coordinación viso- motora, es decir como coordina sus movimientos con aquella imagen que desea graficar. Por otra parte el desarrollo intelectual lo podemos observar a través de como ese dibujo da cuenta del nivel intelectual, cómo ha incorporado conocimientos y los integra en el gráfico, cómo es su desarrollo perceptivo y qué relación establece entre los objetos.
Pero el dibujo también da cuenta de su desarrollo social,  es decir cómo el niño puede identificarse, pues hay edades donde el niño plasma elementos de su vida cotidiana o personas a las cuales quiere parecerse, dando cuenta esto también de su desarrollo.





Cuando un niño dibuja figuras desnudas… ¿Tiene algún problema sexual?

NO siempre. Como padres debemos estar observando los dibujos de nuestros hijos, ya que forman parte de su mundo de juegos, pero debemos aprender a distinguir cuándo nos están transmitiendo que hay algún problema y cuándo representan la expresión normal de su desarrollo.
Lo primero es observar la edad del niño. Generalmente, en la primera infancia, los niños dibujan su mundo, pero también expresan conocimiento. Si un niño enfoca la desnudez como parte de su dibujo hay que observar el ambiente en que se presenta la figura. Por ejemplo, una figura desnuda, solitaria, que está en el baño, no tiene el mismo significado que una figura desnuda en un parque lleno de gente o en una playa donde los demás tienen traje de baño. En el primer ejemplo, es obvio que el ambiente es el adecuado para encontrar una figura desnuda, pero en el segundo, deberíamos averiguar qué quiere expresar el niño a través de la diferencia de la desnudez y la vestimenta.
Al ver el dibujo, no debemos concluir inmediatamente que se trata de una dificultad sexual o el efecto de un abuso sexual o que el niño ha sido expuesto a la pornografía. La mejor actitud es mantener la calma para poder comprender cuál es el contenido de dicho dibujo con el mismo niño.
Si el padre o la madre se alarman, probablemente el niño interpretará que su dibujo es inapropiado frente a sus expectativas y no querrá hablar al respecto. En cambio si se lo trata como a cualquier otro dibujo, podríamos obtener una información vital que nos ayudaría a nivelar la información general que posee el niño respecto a dicho tema.
Las preguntas claves que podríamos hacerle serían: ¿para quién hizo el dibujo?, ¿en qué estaba pensando? De esta forma basamos la información en la realidad, y no en suposiciones y alarmas innecesarias que lo que pueden es provocar mayor confusión sobre lo que debe y no debe hacer.

¿Cuándo un dibujo es inapropiado en cuanto a contenido?

Cuando esté acompañado por erecciones, con vaginas recibiendo esa erección, situaciones de penetración anal, cuando además, está acompañado de palabras y frases descompuestas.
Cuando el niño, al ser cuestionado ligeramente, rebota el tema o se pone muy agresivo, y no quiere dar respuestas sobre este dibujo, entonces sí podríamos concluir que existe una información inadecuada en el niño que provoca angustia en cuanto a su propio concepto de lo que está bien o mal, y decide dibujarlo como medio de sacar esta ansiedad. Es aquí cuando debemos buscar ayuda externa, ya seamos padres o maestros, centrándonos siempre en intentar recoger la información que tiene ese niño y que está llamando nuestra atención.
Con un comportamiento calmado y con una actitud de observación evitaremos mencionar todas las posibilidades anteriores delante del menor, y ponerlo en tela de juicio sin razón.
Es importante señalar que existen pruebas psicológicas proyectivas que toman en cuenta los dibujos de los niños, adolescentes y adultos, pero realizándolos de una manera muy dirigida y con un propósito muy definido. Un dibujo espontáneo no entra dentro de la categoría de test psicológico, por lo tanto el análisis del mismo no sería recomendable ni objetivo para saber si el niño está siendo abusado o no, pero puede ser una alerta de los temas que domina el niño o sus preocupaciones.
Tenemos la responsabilidad de enseñarles a nuestros hijos cuáles son nuestras expectativas como padres respecto a todas las dimensiones de la vida, pero debemos centrarnos en el modelo de pautas sin exageraciones, y entendiendo siempre la libertad en las actividades expresivas y de juego que casi siempre acompañan nuestras primeras edades, y que luego se convierten en parte de lo que seremos en nuestro transitar por la vida.
Lic. Rosalba Gautreaux Betancourt  Psicóloga escolar 

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