Cómo ayudar a
los más pequeños cuando tienen miedo. materna te explica los temores según las
edades y te da algunos consejos para tratarlos.
Los miedos forman parte del crecimiento de una persona y es imposible
evitarlos. La diferencia entre grandes y chicos es que los primeros saben que
el miedo es un sentimiento pasajero.
El rol de los padres es enseñarles a sus hijos cómo lidiar con los miedos
porque de esto depende en gran medida en que el niño se transforme en una
persona más propensa a vencer los desafíos de la vida.
Los miedos según la edad
Entre los 5 y los 10 meses: Como
el bebé ya reconoce a su familia los puede diferenciar de los desconocidos, que
le despiertan ansiedad. Tienen miedo a los extraños.
Entre los 12 y los 18 meses: Surge
el miedo a la separación de los padres. Sólo desaparecerá cuando el niño se
sienta cómodo en su nuevo lugar. Este miedo puede reaparecer luego de una
situación estresante como: un viaje, un divorcio, la muerte de un familiar o
mascota, una mudanza.
Entre los 2 años y medio y los 4
años: Como todavía no distingue la realidad de la fantasía, surgen los
miedos a los monstruos, a la oscuridad y a los animales.
Entre los 4 y los 6 años: Los
miedos más frecuentes se presentan al ir a un colegio nuevo, al perderse o
caerse al agua. Prevalece el miedo a la oscuridad, a las alturas y a los
animales.
Entre los 6 y los 11 años: Temen
a los rayos y a los truenos. Además se niegan a ir al dentista y comienzan a
preocuparse por los ladrones.
A partir de los 12 años: Los
miedos se relacionan con lo social y las situaciones evaluativas. Ejemplos: un
examen, sentirse rechazado o burlado por otros, tener encuentros con el sexo
opuesto.
¿Qué hacer para ayudarlo?
- Ante todo, es importante que los padres actúen con empatía y se muestren comprensivos. Decirle a un niño “no seas tonto, los fantasmas no existen” sólo incrementan el sentimiento de inseguridad. Los chicos buscan que los grandes los entiendan y los contengan.
- Conversar sobre el miedo y ayudarle a pensar cómo solucionarlo.
- No hacer comparaciones como: “Los chicos grandes no le tienen miedo a…”
- Burlarse del niño es contraproducente.
- Sin embargo, tampoco hay que sobredimensionar la situación.
- Darle al niño el tiempo que necesita para acostumbrarse a la situación que le causa ese miedo.
Guía práctica para padres
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