18.11.10
Un Lugar Extraño, Capitulo II
Aquella tarde fue muy especial, hasta parecía que el mismo sol tuvo miedo de ocultarse en ese momento, aquellos niños que rodeaban esa última maleta caída del cielo y que les descubrió en su interior la más grande sorpresa de sus cortas vidas, ellos en sus oídos imaginaban que les hablaba y que les prometía cualquier regalo, obviamente en la imaginación de ellos... porque en sus mentes solo pensaban que por medio de el, podrían hacer real sus deseos mas anhelados.
Al mismo tiempo los adultos con cara desencajada y llena de angustia se ivan acercando poco a poco unos a otros para hablar entre ellos en voz baja, en secreto buscaban encontrar alguna forma de mantener ese baúl encerrado en la maleta y ocultarlo del mundo entero.... algunos de ellos hasta trajeron palas para cavar y enterrarlo para siempre.
Uno de los adultos, el que hablo en un principio diciéndoles a todos que era verdad dijo, yo la guardare !y la pondré a salvo!... como era uno de los ancianos más querido, los niños inmediatamente exclamaron Si! si si! que la tenga Don Simón, y para cuando los adultos trataron de acallar esas palabras ya eran tantos los niños casi rogando a sus padres, que no pudieron de ninguna forma hacerse de la maleta sin levantar sospechas y también asintieron disiento, muy bien… que Don Simón la cuide, pero tendremos que ayudarlo algunos de nosotros para estar seguros que todo estará bien.
Don Simón pudo ver en la profundidad de esos ojos la falsedad de sus palabras y solo dijo, con voz pausada pero segura, si… pero estará en mi granero, el grande que está en la loma del cerro de las flores. Todos los niños saltaron de gusto bravo! bravo!... y los padres solo compartieron miradas entre ellos.
Entre todos cerraron todas las maletas cuidadosamente las levantaron para llevarlas al granero, pero durante todo el camino tenían un ojo en las maletas y el otro en el cielo, con la esperanza de ver si de casualidad Dimer arrojaba más sorpresas para ellos o más problemas, mas tarde entre barios hombres cerraron las pesadas y viejas puertas del granero con las maletas en su interior y uno de ellos con la escusa de cuidar a Don Simón prendió una fogata y se quedo sentado sobre una de las piedras de un camino cercano, disque para cuidar.
Mientras el fuego de los leños crecía, Dimer en la otra dimensión se encontraba cayendo y una parte en el ardía en llamas, en su interior se podía escuchar una alarma y gritos de cuidado! cuidado!...
• Que traman los adultos y hasta donde están dispuestos a tratar para
deshacerse del baúl
• Que voz misteriosa llama afanosamente a esos niños
• Que pasara con FiLi y Dimer que caen incendiándose
• Podrá FiLi ayudar a ese amigo en problemas
Continuara... Luis Lagos
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Esta muy padre y me encanta!
ResponderBorrarJose Juan
muy padre, no le pasara nada a fili verdad
ResponderBorrarjuan carlos
hey FiLi recuperate para la tercera parte
ResponderBorrarRobert