Una serie de medidas (indispensables para los niños que ya tienen algún problema) favorecerán que su columna se mantenga recta y bien sostenida:
Animarlos a hacer ejercicio alguna vez por semana.
El deporte, especialmente nadar, ir en bicicleta (recto) o montar a caballo, ayuda a fortalecer los músculos que soportan la columna. Vigilar el peso de la mochila (no conviene que sobrepase el diez por ciento del corporal del niño).
Enseñarlos a llevar la mochila bien colocada: recta, con la parte baja justo encima de la zona lumbar y, de ser posible, sujeta a la cintura (no debe balancearse cuando corre). No obligarlos a estar quietos.
Moverse es una necesidad para los pequeños; cuando se levantan y dan un salto o se sientan con las piernas debajo de las nalgas lo hacen para cambiar su postura. Proporcionarles una mesa y una silla de estudio acordes con su estatura y recordarles de vez en cuando que conviene sentarse bien (sin echarse sobre la mesa para escribir).
Lo ideal es que ponga la cintura pegada al fondo de la silla y la espalda apoyada en el respaldo (no olvidemos que estará poco tiempo seguido en la misma posición). Si los pies no le llegan al suelo, pondremos un reposapiés o un banquito para que esté más cómodo. Así evitaremos que los muslos se aplasten contra el asiento y la sangre circule mal. De ser posible, conocer también el mobiliario de la escuela. Llevarlos a revisiones médicas periódicas para que el pediatra pueda detectar a tiempo cualquier alteración de columna.
Es muy importante la postura, así nuestros hijos podrán tomar sus clases con mas aprovechamiento y no tendrán fatiga o distracción...
ResponderBorrarMuy buena nota FiLi, desde España Matty
gracis por enseñarnos las mejores posturas para asi no tener problemas en el futuro
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