Que se debe hacer en estos casos: En primer lugar, aleja de tu pequeño el resto de lo que haya ingerido.
Luego intenta hacerle escupir lo que le quede en la boca. Guarda una muestra —
a menos que tengas el recipiente; en caso que sea necesaria para
identificar la sustancia tóxica. Llama al servicio de emergencia de inmediato si notas alguno de los siguientes síntomas:
• Dificultad para respirar
• Dolor de garganta agudo
• Quemaduras en los labios o en la boca
• Convulsiones
• Pérdida del conocimiento
• Somnolencia extrema
No intentes hacer vomitar a tu hijo. Si tu pequeño ha ingerido un ácido fuerte, como por ejemplo un producto para limpiar el inodoro, o un álcali fuerte, como un producto para limpiar los desagües o el horno, los vómitos podrían causar aún más daño al llevar nuevamente la sustancia a la garganta y a la boca.
• Dificultad para respirar
• Dolor de garganta agudo
• Quemaduras en los labios o en la boca
• Convulsiones
• Pérdida del conocimiento
• Somnolencia extrema
No intentes hacer vomitar a tu hijo. Si tu pequeño ha ingerido un ácido fuerte, como por ejemplo un producto para limpiar el inodoro, o un álcali fuerte, como un producto para limpiar los desagües o el horno, los vómitos podrían causar aún más daño al llevar nuevamente la sustancia a la garganta y a la boca.
Si tu hijo no presenta ninguno de los síntomas graves mencionados
anteriormente, llama al centro de toxicología local. Si no tienes el número a
mano, llama a la American
Association of Poison Control Centers al (800)
222-1222, en donde te atenderán en español y te derivarán automáticamente al
centro de toxicología local más cercano. La universidad de Maryland te ofrece información en español a través de su
sitio de internet.
Los expertos del centro de toxicología necesitarán saber el peso aproximado de tu hijo, cualquier problema de salud que pueda tener, los medicamentos que esté tomando y toda la información que les puedas dar sobre la sustancia que ingirió. De ser posible, llama con el envase en la mano. El centro de toxicología seguramente te preguntará cuáles son los ingredientes que aparecen en la etiqueta. Si tu hijo se tragó algún objeto, como un pedazo de una planta, descríbesela con la mayor precisión posible.
Si tu hijo ingirió un medicamento, ten el envase a mano de manera que puedas suministrar toda la información necesaria. Si puedes, calcula el número máximo de pastillas que podría haber ingerido, restando las pastillas que queden de la cantidad original que indique el frasco.
Los expertos solían decirles antes a los padres que tuvieran jarabe de ipecacuana o carbón activado para emergencias por intoxicación, pero la Academia Estadounidense de Pediatría ya no recomienda tener este jarabe en el hogar. La ipecacuana no es un tratamiento efectivo para las intoxicaciones (la mayoría de las salas de emergencias ya no la usan) y no se ha probado que el carbón activado sea un remedio seguro o efectivo para administrarles a los niños en el hogar.
Si tienes ipecacuana en tu casa, deshazte de ella inmediatamente y de manera segura. (Nunca arrojes medicamentos en un bote de basura al que tenga acceso tu hijo.)
Los expertos del centro de toxicología necesitarán saber el peso aproximado de tu hijo, cualquier problema de salud que pueda tener, los medicamentos que esté tomando y toda la información que les puedas dar sobre la sustancia que ingirió. De ser posible, llama con el envase en la mano. El centro de toxicología seguramente te preguntará cuáles son los ingredientes que aparecen en la etiqueta. Si tu hijo se tragó algún objeto, como un pedazo de una planta, descríbesela con la mayor precisión posible.
Si tu hijo ingirió un medicamento, ten el envase a mano de manera que puedas suministrar toda la información necesaria. Si puedes, calcula el número máximo de pastillas que podría haber ingerido, restando las pastillas que queden de la cantidad original que indique el frasco.
Los expertos solían decirles antes a los padres que tuvieran jarabe de ipecacuana o carbón activado para emergencias por intoxicación, pero la Academia Estadounidense de Pediatría ya no recomienda tener este jarabe en el hogar. La ipecacuana no es un tratamiento efectivo para las intoxicaciones (la mayoría de las salas de emergencias ya no la usan) y no se ha probado que el carbón activado sea un remedio seguro o efectivo para administrarles a los niños en el hogar.
Si tienes ipecacuana en tu casa, deshazte de ella inmediatamente y de manera segura. (Nunca arrojes medicamentos en un bote de basura al que tenga acceso tu hijo.)
Quítale a tu pequeño la ropa afectada y lava con agua tibia la piel que
pudo haber estado expuesta a la sustancia. Si la piel parece estar quemada, continúa enjuagándola durante por lo menos 15
minutos. Llama al centro de toxicología para obtener más asesoramiento.
Enjuaga de inmediato sus ojos con agua tibia. Esto puede no resultar tan
sencillo si está molesto o asustado. Si hay otro adulto presente, pídele ayuda para
que te sostenga al niño mientras tú le arrojas agua en la parte interna del ojo
para eliminar la sustancia tóxica. Si estás sola, envuélvelo firmemente con una
toalla o sábana y sostenlo con un brazo. Enjuaga el ojo echando agua tibia
suavemente dentro del lagrimal. Trata de mantener los párpados de tu hijo
abiertos o de hacerlo parpadear. Intenta tranquilizarlo mientras sigues
enjuagando el ojo durante 15 minutos. Si también derramó la sustancia en otras
partes del cuerpo, es conveniente que le des una ducha (puedes ducharte con él
para ayudarlo). Luego llama al centro de toxicología.
Llévalo al aire fresco lo antes posible. Si no respira, comienza a
practicarle reanimación cardio pulmonar de inmediato.
De ser posible, pídele a otra persona que llame al servicio de emergencias. Si
estás sola, practícale la reanimación durante un minuto y luego llama al
servicio de emergencias. Retoma la reanimación de inmediato y continúa hasta
que llegue ayuda o hasta que tu hijo comience a respirar solo.
Si tu hijo estuvo expuesto a gases tóxicos pero no parece estar afectado, ponte en contacto con su médico. Él te preguntará los detalles y te dará instrucciones para los próximos pasos a seguir.
Si tu hijo estuvo expuesto a gases tóxicos pero no parece estar afectado, ponte en contacto con su médico. Él te preguntará los detalles y te dará instrucciones para los próximos pasos a seguir.
Sí. La intoxicación por plomo debería
preocuparte si tu casa se construyó antes de 1980. Lo más frecuente es que los
niños ingieran plomo en pedacitos de pintura o inhalen polvo con plomo durante
las renovaciones del hogar. La intoxicación por plomo puede causar problemas en
el desarrollo físico y cognitivo, y en la conducta.
La intoxicación por monóxido de carbono provoca más fatalidades que cualquier otro tipo de intoxicación accidental en los Estados Unidos. El monóxido de carbono, que es un gas incoloro e inodoro, puede penetrar en tu casa si tienes un artefacto que esté funcionando mal o que no esté instalado correctamente. Los bebés y los niños presentarán síntomas antes que los adultos de la familia. Los primeros signos son dolor de cabeza, mareos y somnolencia, aunque en un bebé estos síntomas son difíciles de detectar. A medida que la exposición continúa, es posible que haya náuseas, vómitos, palpitaciones, pérdida del conocimiento y puede llevar incluso a la muerte. Es aconsejable instalar un detector de monóxido de carbono en la casa y probarlo periódicamente, junto con los detectores de humo.
La intoxicación por monóxido de carbono provoca más fatalidades que cualquier otro tipo de intoxicación accidental en los Estados Unidos. El monóxido de carbono, que es un gas incoloro e inodoro, puede penetrar en tu casa si tienes un artefacto que esté funcionando mal o que no esté instalado correctamente. Los bebés y los niños presentarán síntomas antes que los adultos de la familia. Los primeros signos son dolor de cabeza, mareos y somnolencia, aunque en un bebé estos síntomas son difíciles de detectar. A medida que la exposición continúa, es posible que haya náuseas, vómitos, palpitaciones, pérdida del conocimiento y puede llevar incluso a la muerte. Es aconsejable instalar un detector de monóxido de carbono en la casa y probarlo periódicamente, junto con los detectores de humo.
Más de la mitad de las intoxicaciones ocurren en niños menores de 6 años,
y el 90 por ciento suceden en el hogar. Las sustancias tóxicas de uso doméstico
más comunes son los cosméticos, los productos de cuidado personal, los
artículos de limpieza, los calmantes para el dolor y las plantas. Revisa que no
haya sustancias tóxicas en tu casa al alcance de la mano, incluso antes de que
tu bebé comience a moverse solito. Guarda todas las sustancias tóxicas bajo
llave, usa trabas de seguridad en todos los cajones y armarios que contengan
sustancias u objetos peligrosos y compra medicamentos con tapas de seguridad
para niños. Si tienes visitas en tu casa, asegúrate de que ellas también
mantengan las sustancias potencialmente tóxicas fuera del alcance de tu
pequeño. Por muy cuidadosa que seas, si la abuela viene de visita y deja su medicación
en la mesa de noche, tu hijo no estará seguro.
Nunca coloques sustancias dañinas en envases cotidianos, tales como botellas de jugo vacías, de manera que parezca que contienen algo que tu hijo come o bebe. No guardes la pasta dental, el jabón, el champú y otros artículos de uso frecuente en el mismo gabinete que los productos peligrosos. Pregunta en un vivero o tienda de plantas si alguna de las plantas que tienes en la casa o en el jardín es venenosa y quita aquellas que lo sean. Las plantas de la casa deben estar fuera del alcance de los niños.
Pon los números de teléfono del centro de toxicología y otros contactos de emergencia cerca de todos los teléfonos que haya en tu hogar. Asegúrate de que todas las personas que cuiden a tu hijo sepan dónde encontrar los números de emergencia.
Nunca coloques sustancias dañinas en envases cotidianos, tales como botellas de jugo vacías, de manera que parezca que contienen algo que tu hijo come o bebe. No guardes la pasta dental, el jabón, el champú y otros artículos de uso frecuente en el mismo gabinete que los productos peligrosos. Pregunta en un vivero o tienda de plantas si alguna de las plantas que tienes en la casa o en el jardín es venenosa y quita aquellas que lo sean. Las plantas de la casa deben estar fuera del alcance de los niños.
Pon los números de teléfono del centro de toxicología y otros contactos de emergencia cerca de todos los teléfonos que haya en tu hogar. Asegúrate de que todas las personas que cuiden a tu hijo sepan dónde encontrar los números de emergencia.
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