Viajar con los niños es un placer, sí. Pero hay que tener ciertas precauciones para que la experiencia no sea traumática y nos devuelva a casa más agotad@s que cuando decidimos empezar el viaje.
Y dentro de los temas espinosos del viaje en familia podríamos mencionar: el temor a perder de vista a uno de nuestros niños (¿y ahora dónde se ha metido este niño?), el equipaje (¿quién carga con las maletas?) y el aburrimento (¿falta mucho para llegar?)
Me parece que esta maleta puede ayudarnos con estos dilemas. Es llamativa (no la olvidaremos fácilmente en la cinta de equipaje), es alegre (casi un juguete para los niños), lo suficientementepequeña para que el niño lleve sus cosas y, si tiene la edad adecuada, pueda llevarla él mismo.
Y en caso que se canse, o que haya que esperar un tiempo, podemos llevarlos a dar un paseo sobre ella, o utilizarla de banquito para que no se aburran mientras esperamos la salida del vuelo demorado.
Viene con una correa que puede engancharse en la maleta para tirar de ella sin miedo: resiste el peso de hasta 2 niños.
Además, si queremos que el viaje sea una fiesta desde antes de salir de casa, podemos proponerles a los más chiquitos que ellos mismos vayan llenando su maleta con su ropa y algún peluche amigo.
Esta maleta-juguete trae asas para que los niños se aferren a ellas, estabilizadores para que no se balancee, cierre de seguridad para que no se abra durante el “paseo” ni se pillen los deditos, identificación de equipaje, asiento ergonómico, etc. etc. etc.
Está pensada para llevarla abordo ya que sus medidas son las reglamentarias y pesa muy poco. Cuesta unos 40 euros.
Maria Victoria Rodríguez
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