31.5.12

Recomendaciones para no educar hijos malcriados



La palabra malcriado tiene muchos significados y cada padre lo entiende a su manera. Aun así, todos tenemos claro que complacer interminablemente a un niño no es sinónimo de amar. Los padres deben cultivar en sus hijos la noción de límite y mantener siempre el control de cualquier situación que se produzca.
Seamos honestos, la mayoría de nosotros ha tenido alguna vez un gesto indulgente con su hijo. Esto es natural y no ocasiona daños serios, siempre y cuando resulte un suceso esporádico. Pero sería importante que considerásemos si diariamente y de manera inconsciente malcriamos a nuestros niños. Si es así, este es un excelente momento para tomar otra dirección.


Amar no significa provocar alegría infinita
Amar es objetivo primordial de la crianza. Sin embargo, como padre debes saber que uno puede querer a sus hijos sin sentir que tienen que estar felices y satisfechos todo el tiempo. Es erróneo creer que un niño es amado cuando vive una sensación de felicidad constante. La verdadera actitud amorosa de un padre consiste en distinguir cuándo hay que permitir que un niño experimente ira, tristeza, frustración para conseguir lo que desea.
Esos son sentimientos humanos que debe desarrollar para que alcance el sentido del derecho y pueda luego insertarse adecuadamente en la sociedad. Es una tarea que puede ser dolorosa a veces, pero estarás ayudándolo a aprender lo que es la tolerancia ante situaciones insolubles, y cultivando en él responsabilidad personal.

Establecer los límites
Una de las cuestiones más difíciles en la educación de los niños es saber dónde establecer los límites. A nadie le gusta ver a sus hijos tristes y llorosos. Pero es necesario que logremos esta tarea, pues es precisamente ese punto el que permite que más tarde se conviertan en buenas personas, ajenas a egoísmos e intolerancias con los demás.
No pierdas esto de vista: toda vez que no establezcas los límites con tu hijo, este, sin importar su edad, está tomando el control de la situación. Ellos sienten que han ganado una batalla. Aunque parezca una contradicción, en esos momentos los niños están pidiendo precisamente un límite. Ese límite les hace sentir seguros, protegidos por normas.
Hay que ver los límites como elementos positivos. Si se establecen desde temprano, se crean bases familiares sólidas que ayudan al buen desenvolvimiento de la familia.

Dar demasiado
Muchos padres malcrían a sus hijos a través de las cosas materiales. Nuestra sociedad ha ido creciendo en torno al consumismo y en ese camino creemos que nuestros hijos cada día necesitan más objetos: móviles, videos, computadoras, revistas, etc. No solo se sobreponen los valores materiales a los espirituales, los realmente importantes, sino que además se acostumbra a los niños a que se lo merecen todo. Por otra parte, no aprenden a valorar lo que significa el trabajo para el ser humano.
Por esa razón, pon límites también en cuánto le otorgas a tus hijos. Una buena manera es darles una asignación mensual, para que los hijos aprendan el valor del dinero. Si se acaba antes del fin de mes, no hay una segunda vuelta. Ello los enseñará a ser económicos.
Tampoco debes darles indiscriminadamente cada vez que lo requieran. No cedas a la tentación grupal de complacer a tu hijo en exceso. Tampoco olvides hablarles de la pobreza que hay en el mundo y de cuán importante es ahorrar, así como ayudar a los necesitados.

Malcriar a los hijos es algo muy fácil, lo realmente difícil es educarlos correctamente con valores de respeto y responsabilidad con las otras personas. Es tu turno de hacer que crezcan mejores personas en el mundo, no lo desaproveches.

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