23.5.12

¿Por qué cantarle a los niños?



Ayer estaba en la casa de una amiga que tiene una niñita de un año y medio. Jugando con ella, quedé  impresionada de la cantidad de palabras que decía. Comparaba su vocabulario con otros hijos de amigas y la verdad es que la Clara era casi un loro de todo lo que hablaba.

Mi amiga me comentó que ella vive hablándole y cantándole a la Clara para estimularla, y que creía que por eso era tan conversadora. Cuando los niños tienen entre 1- 2 años su capacidad de comunicación se incrementa por lo que es súper bueno enseñerlas palabras nuevas, su significado y cómo usarlas. Dentro de esta etapa las canciones infantiles son ideales, ya que son una muy buena herramienta para ayudarlo a comunicarse desarrollando su imaginación e inteligencia.

Opciones de canciones infantiles hay muchas, lo importante es que tengan un sonido armónico y una letra fácil y contagiosa. De esa manera el niño aprenderá  la melodía rápidamente, enriqueciendo su vocabulario y favoreciendo muchas áreas de su desarrollo.



Aproximadamente al año de edad, los niños comienzan a decir sus primeras palabras, hacia el año y medio su capacidad de comunicación se incrementa siendo ayudada por gestos y su lenguaje corporal, su desarrollo del lenguaje presenta un avance vertiginoso aprendiendo nuevas palabras, su significado y cómo usarlas. A este nivel, el uso de canciones infantiles es idóneo para ayudarlo a comunicarse, desarrollando la imaginación y la inteligencia.

A los niños lo único que les interesa es jugar, mediante el canto pueden jugar y aprender a la vez, seleccionando canciones que contengan actividades de aprestamiento de manera lúdica, conseguiremos este objetivo.

Lo más importante es que el niño disfrute el momento del canto para que tenga un mayor aprendizaje; nos daremos cuenta de ello al verlo tararear o cantar en su media lengua, realizando los movimientos corporales que la canción propone, escenificando las acciones de la canción, y sobretodo con su alegría.

Las canciones infantiles adecuadas para tal fin, son aquellas que cuentan con un sonido armónico sin muchos instrumentos musicales que lo acompañen y la voz de un solista para evitar su distracción, un ritmo lento para ayudar a la concentración; el objetivo es que el niño se concentre en la letra de la canción para que participe de ellas. Con este tipo de canciones los niños no bailarán sino participarán de los juegos de la canción y enriquecerán su vocabulario, 
favoreciendo muchas áreas de su desarrollo, como por ejemplo:

Partes del cuerpo: dónde se ubican y cómo usamos de ellas. La boca para comer, las manos para agarrar objetos, los pies para correr, marchar, saltar, etc. Favorecen el reconocimiento de su esquema corporal la motricidad gruesa y fina.
Sonidos onomatopéyicos de animales: qué sonido corresponde a cada animal, dónde viven, cómo se mueven, etc. Favorecen la motricidad gruesa y estimulan el lenguaje expresivo.
Acciones cotidianas: lavarse los dientes, vestirse, bañarse, guardar sus juguetes, manejar un auto, querer a las personas, respetar a los animales, etc. Favoreciendo la creación de hábitos y valores morales.
El entorno: el clima, las estaciones, etc.
Posiciones: donde el niño aprende y practica posiciones como dentro, fuera, arriba, abajo, derecha, izquierda, etc. Favorecen a la formación de nociones de ubicación en el espacio y su motricidad.

Las canciones pueden formar parte de la vida puesto que existen un sinnúmero de temas, se pueden usar en todo momento e inclusive inventar letras con la música de alguna canción conocida. Al ir en el auto se puede ir cantando, evitando que el niño se aburra; al terminar de jugar mientras guardan sus juguetes, etc.

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