Si Tu niño tiene el síndrome de Tourette, notarás que los tics por lo general comienzan cuando tiene entre 3 y 10 años. Los sonidos y movimientos aparecen y desaparecen, y por lo general no son un problema grave. Ten en cuenta que es posible que tu hijo tenga un tic, pero no tenga el síndrome de Tourette. Busca a con tu médico si crees que tu hijo podría tener el síndrome de Tourette.
Los niños con síndrome de Tourette hacen movimientos o sonidos fuera de lo normal, llamados tics. Se tiene poco o ningún control sobre éstos. Algunos tics comunes son parpadear y despejar la garganta. Es posible que repita las palabras, gire o, rara vez, diga palabras groseras repentinamente.
Los tics pueden afectar a más de una persona en una familia. Los tics y el síndrome de Tourette deben considerarse como una causa posible si un niño con un familiar que tiene el síndrome de Tourette tiene problemas de conducta o de aprendizaje
La causa del síndrome de Tourette se desconoce. Es más común entre los varones
que entre las mujeres. Los tics suelen comenzar en la infancia y puede empeorar
al inicio de la adolescencia. Muchas personas los superan tarde o temprano.
No se necesita tratamiento a
menos que los tics interfieran con la vida cotidiana. El entusiasmo o la
preocupación pueden empeorar los tics. Las actividades tranquilas y focalizadas
suelen mejorar los síntomas. Las medicinas y la terapia de conversación
(psicoterapia) también pueden ayudar.
Es relativamente poco
frecuente que el síndrome de Tourette se convierta en una afección que produzca
discapacidad, en el sentido de interferir con su capacidad de trabajar o de
cuidarse por sí mismo; sin embargo, esa es la realidad para unas pocas
personas. Es un alivio saber que se puede conseguir ayuda, aunque después nunca
necesite utilizarla.
Por estas características que
hemos descrito son niños propensos a sufrir hostigamiento y humillaciones de
parte de sus otros compañeros de clase. Fenómeno que hemos analizado
ampliamente y que se le conoce como Bullying, Acoso Escolar o Matoneo. Los
niños que parecen ser menos fuertes o más débiles son el blanco de los que
intimidan, quienes, generalmente, también hostigan y humillan a los que parecen
“diferentes”. Los niños con ST y otras discapacidades están, por lo tanto, ante
un riesgo significativamente más alto de ser blanco de hostigamientos y
humillaciones. Es importante que entiendas los efectos del hostigamiento y la
humillación, los derechos legales del niño a no ser tratado de esa manera y
dónde encontrar recursos adicionales.
El hostigamiento y la
humillación puede ser de carácter físico, con golpes o ataques, pero también
puede tener la forma de agresión verbal o electrónica (a través del uso de la
Internet o teléfonos celulares, por ejemplo), y abarca insultos, amenazas
verbales y mensajes de texto o electrónicos amenazantes, insultantes o que
incomodan a quien los recibe. El agresor también puede llegar a usar agresión
psicológica, incluidos los rumores o la exclusión de la persona de las actividades
o conversaciones. El hostigamiento y la humillación, las burlas y el acoso no
deben considerarse como etapas normales de la niñez ni como simples “juegos de
niños”.
En comparación con otros, los niños y los jóvenes que son hostigados y humillados tienen mayores probabilidades de pasar por las siguientes emociones: Estar deprimidos, solitarios, ansiosos; Tener baja autoestima; Padecer dolores de cabeza, malestares estomacales, cansancio y poco apetito; Faltar a la escuela, no gustarle ir a la escuela y tener un rendimiento escolar muy bajo; y Tener pensamientos suicidas o tratar de suicidarse.
En comparación con otros, los niños y los jóvenes que son hostigados y humillados tienen mayores probabilidades de pasar por las siguientes emociones: Estar deprimidos, solitarios, ansiosos; Tener baja autoestima; Padecer dolores de cabeza, malestares estomacales, cansancio y poco apetito; Faltar a la escuela, no gustarle ir a la escuela y tener un rendimiento escolar muy bajo; y Tener pensamientos suicidas o tratar de suicidarse.
Aunque los niños con el
síndrome de Tourette a menudo se desempeñan bien en una sala de clases normal,
algunos problemas con el aprendizaje, el déficit de atención con
hiperactividad, síntomas obsesivo-compulsivos y frecuentes tics tienden a
interferir gravemente con su rendimiento académico o integración social. Luego
de ser sometidos a un examen exhaustivo, los estudiantes deberían ser colocados
en un entorno educacional que satisfaga sus necesidades individuales. Los
estudiantes pueden necesitar profesores particulares, clases especiales o muy
pequeñas y en algunos casos, escuelas especializadas.
Ten en cuenta que todo
estudiante con el síndrome de Tourette necesita un ambiente tolerante y
compasivo que lo anime a trabajar al máximo de su potencial y que sea lo
suficientemente flexible para adaptarse a sus necesidades individuales. Este
ambiente puede incluir un área privada para el estudio, rendir exámenes fuera de
la sala de clase normal e incluso exámenes orales en aquellos casos en que los
síntomas del niño interfieren con su habilidad para escribir. Los exámenes sin
límites de tiempo reducen el estrés para los estudiantes que padecen del
síndrome de Tourette.
La pregunta más frecuente que
nos hacemos los padres es si nuestro hijo superará este problema en algún
momento .La mayoría de los tics desaparecen después de algunos meses. Sin
embargo, a veces un niño tiene 1 ó 2 tics durante muchos años. Los niños que tienen
el síndrome de Tourette por lo general tienen los peores síntomas cuando tienen
entre 9 y 13 años. Más de la mitad de estos niños mejoran mucho durante la
adolescencia y los primeros años de la edad adulta. Menos de la mitad de las
personas que tienen el síndrome de Tourette durante la niñez tienen tics de
moderados a intensos cuando son adultos.
Para ayudar a tu hijo debes
obtener información sobre los tics y el síndrome de Tourette y explícaselos a
las personas que interactúan en forma regular con tu hijo, como sus parientes,
sus maestros y sus cuidadores de la guardería.
Entiende que tu hijo tiene
muy poco control sobre los tics provocados por el síndrome de Tourette. Si
haces demasiado énfasis en los tics, es posible que empeoren. En la mayoría de
los casos, anima a tu hijo a que intente detener un tic no es útil. Tu hijo
puede contener los tics durante algún tiempo, pero los tics reaparecerán
finalmente.
Muchos niños que tienen el
síndrome de Tourette también tienen el trastorno de déficit de atención con
hiperactividad (que también se llama ADHD). Los niños que tienen el síndrome de
Tourette también tienen discapacidades del aprendizaje o trastorno
obsesivo-compulsivo (pensamientos o conductas que se repiten una y otra vez).
Tu médico puede ayudarlo a averiguar si su hijo tiene alguna de estas otras
afecciones.
PadresExpertos
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