18.1.12

Qué hacer con las peleas en la guardería


Le pegan en la guardería
Un día Daniel se despertó de mal humor. También al siguiente y al siguiente. "Cole, no", se convirtió en la consigna matutina. Su madre preguntó a la profe si Daniel tenía algún problema. Esta le contó que un compañero la había tomado un poco con él, pero que eran "cosas de niños" y no debía preocuparse. La resistencia de Daniel para ir a la guardería crecía y su madre no sabía qué hacer.
¿Intervenimos? Sí
Nuestro hijo lo está pasando mal, aunque aparentemente no tenga importancia, y debemos darle herramientas para evitarlo. Habla con la profesora y con él. Es importante que exprese lo que le pasa, ya que sentirá alivio y apoyo. Puedes preguntarle directamente y compartir alguna anécdota relacionada con el tema. También debes enseñarle a protegerse. No está de más hablarlo con la profesora. Si está ocurriendo algo que altera significativamente a nuestro hijo, es bueno que su "seño" lo sepa, es posible que le falte información.


Ellos pegan en la guardería
Ricardo es el niño que pega a Daniel, su compañero de la escuela infantil, un día sí y otro también. Su madre recibe avergonzada las quejas de la profesora, pero no sabe qué hacer. Cuando le pregunta a Ricardo si pega, él siempre dice que no.
¿Intervenimos? Sí
La excesiva agresividad te informa de que algo no va bien. Una cosa es que de vez en cuando se le suelte la mano y otra muy diferente que pegue sistemáticamente. Es importante localizar su problema y, en paralelo, enseñarle a expresar su rabia o desacuerdo de otra forma. 
¿Cómo intervenir? El objetivo de tu participación no es inhibir la conducta agresiva, sino saber qué le ocurre al niño que le hace manifestarse de forma tan violenta. Además, es importante enseñarle una forma diferente de expresar su agresividad. Aunque solamente tenga dos años, puedes explicarle las consecuencias de sus acciones. Si necesitas apoyo para descubrir lo que altera al niño, siempre puedes acudir a un profesional que te ayude a localizar su problema y solucionarlo.


Lidia García-Fresneda.

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