3.11.11
Creando a los niños del futuro
Hace unos días, platiqué con una niña ejemplar de 8 años, casi la entrevisté, es una niña muy inteligente, que ha recibido alrededor de 10 operaciones en su corta edad, ahorita si la ven no lo creerán, pero es una niña alegre, de las mejores de la escuela donde vá (escuela particular en la ciudad de México), tiene una beca, lleva clases de piano y le gusta mucho leer. Cada vez me sorprende como los niños de hoy, son cada vez más listos, más despiertos, más alegres...
Entre la plática salió lo siguiente:
- Cuando es necesario aprender algo nuevo, ¿te cuesta trabajo?
- Mas o menos - contestó
- ¿y qué sientes cuando te regañan?
- Nada
- ¿En alguna ocasión te han dicho que eres una tonta, no sirves para nada, nunca lograrás lo que quieras...?
- Si
Cuando me dijo eso, recordé las veces que también me lo han dicho, y lo mucho que me ha afectado en el presente. Ahora, repetimos lo que vivimos, muchas veces inconscientemente sacamos de nuestra boca palabras que tienen una vigencia por toda la vida. En este tiempo me he dado cuenta que los niños llegan a la vida sin saber nada, aprendiendo todo lo que se les enseña, entonces cada regaño, cada palabra, cada expresión de los grandes llega a ser una ley interior.
Actualmente eso es lo que tenemos, leyes aprendidas del pasado. Sabemos que somos libres, pero andamos por la calle con los brazos atados de leyes negativas aprendidas del pasado. Si algún día decidiéramos romper esas leyes negativas, sería como romper cadenas del pasado para iniciar el camino a la libertad.
- ¿Porqué piensas que te dicen eso?
- Le seguí preguntando, ella se quedó pensando...
- No lo sé, no lo había pensado
- ¿Crees que tienen razón cuando lo dicen?
- En parte si
Esa frasecita "en parte sí", me confirmó que, los niños aprenden lo que los grandes le enseñan, los niños creen lo que los padres le afirman. De grandes son lo que los grandes le dicen que sean.
- Entonces, ¿Sabes porque te dicen eso? - Le volví a preguntar
- No - Me contestó, y fue cuando pensé ponerle fuerzas interiores para que no le afecte.
- Los grandes te dicen eso porque les falta paciencia. Ellos quieren que aprendas muy rápido las cosas y por eso te regañan, por eso te dicen "eres una tonta", pero eso no es cierto, la razón es que les falta paciencia y tú estás aprendiendo. Aunque sean tus papás, les falta paciencia. Cada vez que alguien te diga palabras como esas recuerda esto: "Me regaña porque no tiene paciencia" y no les creas cuando te dicen palabras feas cuando están enojados, mejor contéstale: "Ahora no lo hice bien, pero a la próxima lo haré bien, estoy aprendiendo, déjame aprender".
Finalmente ella sonrió, y seguimos platicando más sobre los temores y leímos el artículo "Miedos" de George Eliot.
Pienso que, posiblemente no recibimos la paciencia adecuada de niños, pero no por eso tenemos que heredarles baja autoestima a los niños de nuestra generación.
Por muy enojados que estemos y por muy traviesos que sean los niños, ellos sienten, piensan, aprenden y comprenden, así que, hay que buscar los medios adecuados para que sean los niños del futuro y no heredarles baja autoestima.
Rafael Zárate M.
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Me con movió.
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