3.3.11
Enseñar a rezar a los niños
La oración no es método ni técnica; es un estilo de vida. Es mucho más que hacer peticiones a un protector omnipotente; es hablar con nuestro Padre contándole nuestras ideas y sentimientos, aprehensiones y dudas, problemas y protestas. Incluye la confesión del propio pecado y el compromiso de obedecer a Dios; incluye también adoración, alabanza y acción de gracias por sus dones.
Orar es realmente vivir “con” Dios. Es una relación profunda entre personas.
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Por la oración conocemos mejor a Dios y tiene lugar un intercambio de valores. Mes tras mes, año tras año, Dios va transformando nuestro modo de pensar, nuestras actitudes, nuestra conducta.
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Orar es sencillo, pero la madurez en la oración sólo se alcanza con el tiempo y la práctica. Hay pocos atajos; para crecer en la vida de oración, se requiere paciencia. “¡Señor, enséñanos a orar!”, pidieron los Apóstoles a Jesús.
Uno de nuestros deberes concretos es “enseñar a rezar” a los niños. Es el secreto más hermoso que les podemos mostrar.
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No olvidemos que la Oración, que son conversaciones sencillas con Dios.
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Mandamos un gran abrazo a todas esas mamas que llevan de la mano a sus hijos y que inculcan buenos hábitos.
ResponderBorrarFelicidades a Nelvita por su video y sus papas ejemplares.