24.5.10
El bilingüismo en los niños
Algunos padres consideran que el aprendizaje de un segundo idioma puede representar un freno e incluso un retraso en el desarrollo lingüístico del niño, aunque no existen pruebas concretas a respeto. Alguna que otra vez, el niño podrá mezclar alguna que otra palabra entre los dos idiomas, pero esos casos son normales al principio, principalmente cuando los idiomas presentan palabras semejantes. Sin embargo, esos pequeños fallos suelen desaparecer con el tiempo.
Según algunos investigadores, los niños expuestos desde muy temprano a dos lenguas, crecen como se tuviesen dos seres monolingües alojados dentro de su cerebro. Cuando dos idiomas están bien equilibrados, los niños bilingües tienen ventaja de pensamiento sobre niños monolingües, lo que quiere decir que el bilingüismo tiene efectos positivos en la inteligencia y en otros aspectos de la vida del niño. Y que eso no representa ningún tipo de contaminación lingüística ni retraso en el aprendizaje. Dicen que es mucho mejor el aprendizaje precoz, es decir, hablar a los niños ambos idiomas desde su nacimiento, pues permite el dominio completo de la lengua, al contrario de lo que sucede si se enseña la segunda lengua a partir de los tres años de edad.
Otros afirman que son muchas las ventajas a la hora de educar a un niño para que sea bilingüe. Que todo dependerá de la forma en que se introduzca ese idioma. No se puede obligar a que el niño lo hable. Lo importante, al principio, es que el niño lo oiga siempre y se familiarice con ello poco a poco, sin prisas ni obligaciones.
Otros expertos sostienen que los niños expuestos a varios idiomas son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas. Y que además, hablar un segundo idioma, aunque sólo sea durante los primeros años de vida del niño, le ayudará a programar los circuitos cerebrales para que le sea más fácil aprender nuevos idiomas en un futuro.
Por otro lado, existen algunos científicos que continúan defendiendo el retraso del entrenamiento lingüístico y recomiendan que el niño aprenda una segunda lengua solo y cuando tengan suficiente conocimiento de la maternal.
Ventajas de ser un niño bilingüe
1- Comunicación. La capacidad de comunicación con los padres, familiares, y con más personas cuando viajan o conviven con personas extranjeras. Sumándose a eso, los niños bilingües tienen doble capacidad de leer y escribir, y su conocimiento es más amplio por su mayor acceso a la información global.
2- Cultural. El acceso a dos culturas diferentes. A la literatura, a las historias, a diferentes comportamientos, tradiciones, conversaciones, medios de comunicación, etc.
3- Conocimiento. Cuanto más conocimiento, más desarrollado será el raciocinio de un niño bilingüe. Por ello, pueden ser más creativos, más flexibles, y adquirir una mente más abierta al mundo y a los demás.
4- Oportunidades de trabajo. Las puertas del mercado de trabajo se abrirán y ofrecerán más oportunidades a las personas bilingües.
Los caminos para estimular a los niños bilingües
Si en tu casa tu marido y tú hablan idiomas distintos, no existen razones por las que vuestro hijo no pueda convertirse perfectamente en un niño bilingüe. Un segundo idioma se aprende de igual forma que se aprende el primero. Al principio, el bebé, aún dentro de la barriga de su mamá, empezará a oír su lenguaje y a familiarizarse con ello. Si el padre le habla un segundo idioma, el bebé también se acostumbrará a escucharlo. Los bebés primero oyen para que después puedan expresar lo asimilado, y así aprender a utilizarlo para adquirir una comunicación fluida. Lo fundamental en todo el proceso es enseñarles con paciencia y con mucho cariño para que los niños crezcan con una reacción positiva hacia los idiomas y que disfruten de ambos.
Si existe el interés de la familia a que el niño sea bilingüe, la casa no es el único lugar para aprender un segundo idioma. Hoy en día, existen muchas alternativas y espacios por las que el niño pueda adquirir la experiencia de hablar otro idioma. Existen lugares donde el niño puede perfeccionar lo aprendido en casa. En la escuela, en la calle, en la biblioteca, o en otros lugares. Escuchar, hablar, leer y escribir un segundo idioma es parte del proceso para ser bilingüe.
Cómo ayudar al hijo a ser un niño bilingüe
Ayudar a tu hijo a que escuche o hable un segundo idioma se puede empezar y practicar en casa, a través de las conversaciones diarias, o a través de películas, o de la música. Sin embargo, existen caminos para ayudarlo en el proceso de leer y escribir:
1- Los padres pueden conseguirles materiales en el segundo idioma, como libros, revistas, y juegos didácticos;
2- Los padres pueden escuchar a sus hijos leer en el segundo idioma, sin importar que ellos no entiendan que esta leyendo el niño. El proceso en si mismo les da la oportunidad de comprometerse en la práctica de la lectura que promueve y da el soporte necesario para adquirir el segundo idioma.
Aparte de todo lo que pueda hacer los padres para que el niño practique un segundo idioma, es necesario concienciarle del privilegio y de las ventajas que tiene el niño al dominar dos idiomas.
3- La tercera propuesta es matricular al niño en escuelas y colegios bilingües, lo que le dará más seguridad en cuanto a la expresión del idioma. En las escuelas bilingües el niño compartirá sus conocimientos con otros niños y se sentirá más arropado, mejorando aún más su práctica en el idioma.
Para ser bilingüe
Existen diferentes caminos para que un niño sea bilingüe. Investigaciones muestran que es preferible desarrollar bilingüismo en niños pequeños porque es una forma natural para aprender dos idiomas al mismo tiempo. Aprender un segundo idioma incluye a los padres, factores económicos, la comunidad, experiencias, ambiente en el colegio y la cultura que pueden suministrar las herramientas necesarias para llegar al bilingüismo con éxito.
Guia Infantil
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No olviden que cuando los padres hablan ese otro idioma que está aprendiendo el hijo, le facilitan de gran manera su aprendizaje y comprensión.
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