¿Qué le produce a un niño fiebre?
La fiebre es una defensa más del
organismo frente a los virus y las bacterias. El cuerpo intenta alcanzar una temperatura
superior con la que combatir mejor a los virus y las bacterias. Tener fiebre,
por tanto, ayuda a defenderse de la enfermedad.
La parte del cerebro que controla la
temperatura corporal no está completamente desarrollada en los niños. Por ello
la temperatura en los niños puede elevarse y descender muy rápidamente.
La temperatura ambiental afecta con
gran facilidad a la temperatura del cuerpo de un niño. Si hace mucho calor,
quite alguna de las ropas del niño para que el calor de su cuerpo pueda
liberarse con normalidad. Si hace mucho frío, los padres pueden ayudar al niño
a mantenerse caliente abrigándolo un poco.
¿Cuál es la temperatura normal para un
niño?
Si toma la temperatura en la boca u
oído de su hijo, la temperatura normal se sitúa entre los 36ºC y 37ºC.
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¿Hay diferencias según donde se tome la
temperatura?
La temperatura se puede tomar poniendo
el termómetro en la boca del niño, en la axila, en el recto, o en el oído con
termómetros especiales.
Las investigaciones revelan que los
resultados más fiables se consiguen tomando la temperatura en el recto del
niño, lo que se conoce como método rectal. Las mediciones tomadas aquí son más
exactas, y suelen mostrar un nivel de temperatura 0,5ºC más altas que las que
se pueden medir por ejemplo en la axila.
Las temperaturas tomadas en el oído
suelen ser también de aproximadamente 0,5ºC por debajo de una medida rectal.
¿Cómo puedo tomar la temperatura de mi
hijo mediante el método rectal?
El método clásico, y el más preciso, es
la medida rectal. Es el mejor método para niños hasta la edad de tres años.
Puede emplear un termómetro digital (preferible) o uno de mercurio. Si emplea
uno de mercurio, sacúdalo antes de usarlo para asegurarse de que marca una
temperatura inferior a la que se va a medir. De todos modos es recomendable ir
abandonando el uso de estos termómetros por el alto riesgo de intoxicación que
presentan si llegan a romperse.
Ponga al niño sobre sus rodillas con su
abdomen sobre los muslos de usted. Esto le proporcionará un agarre firme y
podrá ver lo que está haciendo. Ponga un poco de vaselina en la punta del
termómetro e introduzca con sumo cuidado 1 - 1,5 cm (una media pulgada) en el
recto del niño. Si es un termómetro de mercurio sosténgalo firmemente durante
dos minutos, y no lo suelte. Cuando emplee un termómetro digital, el termómetro
emite un pitido cuando está lista la medición.
¿Cómo puedo tomar la temperatura de mi
hijo en el oído?
Si quiere adquirir un termómetro especial
para el oído, éste es un método muy rápido y le proporcionará una medición de
la temperatura en solamente un segundo. Los niños mayores suelen preferir ésta
a la medición rectal.
La temperatura tomada en el oído será
aproximadamente 0,5ºC más baja que la medida en el recto.
Algunos termómetros para el oído
permiten el ajuste necesario para su uso en niños.
Con los niños pequeños en especial, los
termómetros para el oído precisan de una mano más precisa para encontrar el
sitio adecuado.
Para que la medida de la temperatura
sea fiable, el termómetro debe ser empleado como esté indicado. Cuando compre
el termómetro, pregunte al vendedor cómo utilizarlo. Lea las instrucciones con
atención antes de empezar.
Si el niño ha estado tumbado con la
cabeza en una almohada caliente, o acaba de entrar de un exterior frío, puede
ser preciso esperar 10 a 15 minutos antes de que el oído proporcione una
medición apropiada de la temperatura corporal.
¿Cómo puedo tomar la temperatura de mi
hijo en la boca?
Esta modalidad no es recomendable para
niños muy pequeños, y menos aún si se toma con termómetro de mercurio, pues
pueden morderlo y romperlo, lo que puede ser muy peligroso.
El termómetro se coloca en la boca,
bajo la lengua y se precisarán dos a tres minutos para medir la temperatura. Si
el niño acaba de comer algo frío o caliente, será necesario esperar 10 minutos
antes de que se pueda tomar una temperatura apropiada.
Las temperaturas tomadas en la boca
serán 0,5ºC inferiores a las de la medición rectal.
¿Cómo puedo tomar la temperatura de mi
hijo en la axila?
Este método no es bueno para niños
pequeños, puesto que no estarán quietos el tiempo suficiente. Se arriesga a una
medida inapropiada y a herir al niño. Con los niños mayores, se coloca el
termómetro en la axila durante 5 minutos al menos.
Las temperaturas tomadas en la axila
estarán 0,5ºC por debajo de las tomadas en el recto.
¿Qué hacer cuando mi hijo tiene fiebre?
Un niño con temperatura alta precisa
tomar más líquido de lo habitual, pues la fiebre les hará sudar mucho.
Asegúrese de que el niño beba mucho líquido, y si es preciso, dele una
cucharadita cada pocos minutos. Una vez seguros de que el niño bebe mucho
líquido, no importa que coma poco (pero siempre algo) durante un par de días.
Un niño con fiebre también necesita
descansar y dormir. No tienen porqué estar en cama todo el día si les apetece
jugar, pero deben tener la opción de estar tumbados.
Si el niño tirita mientras sube la
temperatura, se le puede cubrir con un edredón o con una manta, pero cuando la
temperatura se ha estabilizado y el niño empieza a sudar, necesitará perder
calor. En ese momento solamente precisan ropa interior o un pañal y con esto se
favorecerá que se desprenda el calor de su cuerpo. Asegúrese de que la
habitación este ventilada y bien acondicionada, pero sin corrientes de aire.
Los niños enfermos suelen estar
cansados y de mal genio. Duermen mucho, y cuando están despiertos, quieren que sus padres
estén cerca todo el tiempo. Pueden gimotear y comportarse como niños de menos
edad. Está bien ser flexibles con el niño mientras esté enfermo. Léa, juegue
y pase tiempo con él. No es el momento para enseñar al niño a comportarse.
Normalmente un niño se recupera rápido y volverá a ser el mismo de antes en
poco tiempo.
¿Cuándo la fiebre es grave?
Observe a su hijo y emplee el sentido
común. ¿Parece que esté agotado? ¿Parece que esté enfermo? ¿Se comporta de
forma distinta? Si la respuesta es afirmativa, acuda al médico. Es difícil
saber cuándo una fiebre puede deberse o no a una causa grave. Lo mejor es que
sea el pediatra el que determine la conducta a seguir. Por ello:
De cualquier modo hay unos signos y síntomas
que deben llamar más nuestra atención si se presentan, por poder relacionarse
con enfermedades más serias. Por tanto, si su hijo tiene cualquiera de los
siguientes síntomas, es aconsejable acudir sin dilación al médico:
Si su hijo llora y llora, sin poder
aliviarle, y si no se despierta con facilidad, acuda al médico.
Si su hijo mantiene una temperatura
superior a 38ºC más de un día entero, el niño necesita ser visto por un médico.
Dr. Valentín de
Benito Rica - Pediatra
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