10.7.12

Niños que hablan dormidos



El hablar o emitir sonidos durante el sueño es una situación muy frecuente en la infancia en especial cuando el niño está en la guardería o al iniciar el colegio.
Algunos expertos estiman que hasta un 50% de los niños entre 3 y 10 años de edad pueden presentar este cuadro, incluso puede verse a edades menores o mayores a este rango.

Hablar dormido recibe el nombre científico de somniloquia, y está comprendido dentro de lo que se conoce como parasomnias (episodios de movimientos y comportamientos de naturaleza involuntaria que ocurren durante el sueño de una persona)

El habla abarca desde sonidos ininteligibles hasta pequeños discursos en voz alta que pueden presentarse varias veces durante la misma noche.
El hablar dormido generalmente ocurre durante un despertar transitorio del sueño NOREM (sueño profundo) pero también puede verse durante el sueño superficial conocido como REM (movimientos oculares rápidos).

Quien presenta episodios de somniloquia no es conciente de su vocalización y lo que dice no relaciona entre lo real y lo irreal, el niño no recuerda al día siguiente lo sucedido, siendo un proceso totalmente inofensivo.

Puede despertar a quien comparte la habitación con quien presenta este tipo de cuadro, generar cierta perplejidad y susto en el observador poco habituado o asustadizo, pero muy dificilmente despierte a quien lo padece.
Tanto varones como mujeres pueden tener somniloquia.

Este fenómeno puede estar relacionado a otros trastornos del sueño como el  sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas, bruxismo,etc

El hablar dormido no requiere en principio de tratamiento especifico, es inofensivo y el contenido debe ser tomado con liviandad, aunque en algunos pacientes se recomienda investigar la presencia de apneas (pausas prolongadas en la respiración), procesos febriles subyacentes, cansancio extremo, uso abusivo de la televisión y video juegos violentos.
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La evolución habitual en los casos comunes de somniloquia requiere de tiempo, crecimiento y paciencia, es habitual encontrar antecedentes familiares directos que hacen más llevadero la tolerancia y comprensión de la situación.
En caso de tratarse de un fenómeno recurrente con un alto contenido dramático y/o agresivo es adecuado comentarlo con el pediatra y valorar como se encuentra la situación emocional del niño y de su entorno familiar.

Qué podemos hacer en casa ?
  • Evitar actividades que exciten demasiado al niño a partir de las primeras horas de la tarde, así se acostará más tranquilo.
  • Procurar que no vea no vea televisión ni utilice videojuegos en los que predomine la violencia.
  • Enseñarle técnicas de relajación para favorecer un sueño tranquilo
  • Como padres debemos estar calmos ante los episodios, no exagerarlos
  • Si la somniloquia del niño molesta a los demás miembros de la familia, se puede amortiguar el sonido cerrando la puerta o separando a niños que comparten una misma habitación.
  • Escuchar al niño , conversar afectivamente con él, conocer de sus dudas, preocupaciones, intereses. Ejercer el arte de ser madre o padre.
  • Si bien la somniloquia tiene habitualmente una evolución sin sobresaltos, es importante hablarlo con su pediatra, más aún en los casos que son reiterados y con alta carga emotiva o de violencia durante el suceso.
Rivera marco Pediatria

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