Defensa personal para niños

Las artes marciales han pervivido miles de años gracias a su paciente transmisión de maestro a alumno. El hecho de que su pervivencia dependiera casi exclusivamente del aprendizaje exacto de la técnica llevó al desarrollo paralelo de una cultura de respeto al maestro que se ha convertido en uno de sus aspectos educativos más enriquecedores.


Cuando nos planteamos enseñar artes marciales a un niño, que aprenda a defenderse no es el único objetivo. E incluso puede que tampoco sea el principal. Los beneficios que las artes marciales presentan para los niños hay buscarlos en el día a día de la clase. En los valores de atención, respeto al prójimo, humildad y auto-disciplina que irradian.


Desde fuera, el entrenamiento marcial puede parecer un entrenamiento para la lucha. Los músculos se estiran, el desarrollo se vuelve más armónico y el aprendiz gana en agilidad, fuerza y autoconfianza.


Pero las artes marciales son, en realidad, un combate interior del aprendiz consigo mismo. Una lucha para entrenar cinco puñetazos más una vez está cansado y el brazo le pesa. Una lucha para mantener la calma y estudiar la situación cuando su adversario parece más fuerte que él. Una lucha para nunca contentarse con el progreso propio y mantener la humildad para seguir aprendiendo y perfeccionándose. Las artes marciales son, en definitiva, un aprendizaje vital.


Hoy en día, no es difícil encontrar clases de artes marciales (Kárate, Judo, Aikido, krav-Maga, Taekwondo…) para niños en cualquier ciudad. Los beneficios educativos y para la salud que un buen maestro de artes marciales puede dar a nuestros hijos son incalculables.


DEFENSA PERSONAL Es común, que creamos que cualquier sistema marcial nos sirve para defendernos pero, esto es verdad sólo en cierta escala. Por supuesto que una persona que entrena artes marciales tendrá mayores posibilidades de ganar un enfrentamiento si tiene la necesidad de defenderse; sin embargo, hay muchos casos de maestros de artes marciales que han salido muy mal en un enfrentamiento callejero e incluso hay quienes han perdido la vida al defenderse, Si seguimos la teoría del 90-10 (90% estrategias preventivas - 10% estrategias reactivas), una persona primero debe aprender a evitar al máximo los riesgos. Si vive conforme a esta máxima, casi nunca tendrá la necesidad de defenderse pero, si fuera necesario; deberá tener un entrenamiento especial.


DEFENSA PERSONAL REACTIVA Durante una amenaza real, no somos nosotros mismos, nuestra personalidad entera cambia. Nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios y, uno de los más importantes es el producido por las sustancias que el cerebro está segregando: sustancias que provocan que nuestras piernas también y perdamos la noción de tiempo y espacio.


La defensa personal reactiva consiste en entrenar a una persona en circunstancias muy cercanas a las que experimentará cuando enfrente una situación real, para poder entrenar esa parte de ella que estará presente cuando es amenazada y; para que pueda manejarse a sí misma a pesar de los nervios y los retrasos, motriz y perceptivo, Los expertos en defensa personal, han estudiado minuciosamente las reacciones bajo amenaza y la dinámica del movimiento corporal durante un enfrentamiento, para determinar lo que sí funciona. 


DINÁMICAS DE CONFLICTO La psicología también tiene mucho que ver en todo esto. Una persona deberá ser entrenada también a nivel perceptivo, para poder evaluar sus posibilidades cuando su vida corra peligro y, para que pueda buscar ó generar una oportunidad que le lleve a la solución más prudente y lógica, sin ser arrebatado por las emociones ó los impulsos instintivos
Estas metodologías cambian en su base conceptual básica dependiendo a quién va dirigido el programa: Niños, adultos, damas, guardias de seguridad, policías, etc.


Tomar la decisión adecuada en el momento preciso, puede ser a mejor opción.